Sin querer nos encontramos buscando una señal entre las luces de la noche, en los reflejos de los carteles en los muebles de la habitación.Y los encontramos. En todas partes encontramos estos reflejos que tradujimos en señales del infinito que nos guiaban a proceder. Intentamos descifrarlos, entenderlos, ordenarlos, catalogarlos según su intensidad, incluso según su puntual repetición, su frecuencia. Dos horas después estábamos dormidos con la tele encendida.
4 sept 2007
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2 comentarios:
“Cuántos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar.”
“Cuántos hombres se precipitan hacia la luz, no para ver mejor sino para brillar.”
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